El principio de la responsabilidad

Existen distintas formas de responsabilidad, pero este es un valor ético fundamental en las relaciones humanas y en las organizaciones.   Desde un punto de vista ético, podría decirse que las organizaciones exitosas y los individuos y profesionales exitosos son aquellos que asumen integralmente y realizan en su vida práctica una ética de la responsabilidad como uno de los fundamentos de su trabajo y de su desempeño.

DEFINICIONES

La responsabilidad puede entenderse como una forma de deber que surge desde la conciencia moral del individuo, y que es capaz de proyectarse al resto de la sociedad.

Desde este punto de vista, la responsabilidad como conducta y como práctica, tiene la virtud de generar ejemplo.

Cuando integramos el problema ético de la responsabilidad dentro de la organización, surgen dos cuestiones relevantes: 1° en primer lugar, el lugar que cada uno ocupa dentro de la estructura organizacional, dando como consecuencia una co-responsabilidad de todos y del equipo respecto de las obligaciones y tareas que impone la organización; y 2° en segundo lugar, la jerarquización piramidal que distingue a las organizaciones, genera diversos tipos y modos de realización de la responsabilidad individual.

Podríamos definir la responsabilidad -desde un punto de vista de la ética profesional- como el principio según el cual todo individuo debe responder por sus actos, por sus dichos y por sus decisiones. ¿Cómo podría funcionar la sociedad humana si cada una de las personas que la integran no asumieran su parte de la responsabilidad que le corresponde por sus actos, palabras y decisiones?

¿Qué significa asumir su responsabilidad?

Que cada individuo debe ser consciente de los deberes y obligaciones que le competen, y de los derechos que esos deberes producen.

El principio de la responsabilidad funciona como una permanente alerta de la conciencia individual para cumplir con un imperativo ético inherente a la sociedad humana.  Solo cuando yo cumplo con mis responsabilidades, estoy en condiciones morales de exigir que los demás cumplan con su parte de la responsabilidad colectiva, institucional u organizacional.  De la responsabilidad moral personal o individual emana la responsabilidad colectiva o grupal.

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN LA ORGANIZACIÓN

Al interior de la pirámide organizacional sin embargo, la responsabilidad opera jerárquicamente.  Mientras más alta sea la ubicación, el rango, la autoridad, las funciones y el lugar que un individuo ocupa en la estructura jeráquica de la organzación, mayor es la responsabilidad moral que asume, ya que se supone que a mayor rango jerárquico, es mayor el nivel de atribuciones, de poder y de autoridad de que está dotado, y mayor es también la información de que dispone, para tomar decisiones y ejercer el poder que le ha sido atribuido.

Todos somos portadores de una cuota de responsabilidad individual: por nuestros actos y omisiones, por nuestros dichos y por las decisiones que tomamos, responsabilidad moral que perdura toda la vida y que nos trasciende como personas.  Estamos aquí también en el centro del principio de la responsabilidad del profesional.

La responsabilidad ética del profesional le concierne a cada uno, en tanto individuo al servicio de una organización, pero sabiendo  y asumiendo siempre que sus actos, implican e involucran directa y/o indirectamente a la organización de la que forma parte.  Cada profesional dentro de una organización, es rostro e imagen de la institución a la que pertenece.

De aquí emana entonces el principio de la responsabilidad institucional.  Con frecuencia los individuos que ocupan los cargos principales de autoridad dentro de una organización o institución, son parte del principio de responsabilidad institucional, ya que el actusar de cada uno de ellos implica al conjunto de la institución, su imagen, su prestigio y la totalidad de su línea jerárquica.

Manuel Luis Rodríguez U.

Deja un comentario